GL

Recuerdo cuando me avisaron que ya no volvería a oír tu voz.  El sentimiento me sobrecogió y por un momento sentí como si no tuviera voz, razón, emoción o pensamientos. Fue un instante en el que no existía nada salvo tu perdida.  Después, supe que tenía que avisarles a todos. El dolor de tu ausencia estaba ahí, pero a la vez no estaba, es como si hubiese sido metido en un cajón con llave. Sabíamos que teníamos que ir para darte el último adiós y entonces mi melancólico corazón lo supo, ya no volverías a platicar con tu cómplice de sueños.  Hoy es tu no cumpleaños y en ocho días tu aniversario luctuoso. He aceptado que ya no estás aquí, sin embargo, cuando más melancólica estoy, aún puedo escuchar tus palabras motivándome, animándome y me las repito porque sé que esas palabras solo vuelven tu presencia más real, como si no te hubieras ido del todo. 

 Soy nada, una lágrima que cae con el viento que se mece al compás del sollozo.  La distancia de tus juramentos y la espera del cumplimiento. Soy nada la soledad tan vacía de un "ahí estaré" la promesa hueca del hipócrita "te apoyaré", soy nada... Nada con lo que el tiempo se vuelva valioso, nada en donde las letras tengan valor pues les parecen absurdas y llenas de lamentos.  Nada... Solo un aire, un triste llanto, nada... Sola y nada...

 Estupor,  es lo que se siente con tan solo respirar.  Es la nada, es el desahogo, es letanía...

Yo suelo pintar auroras boreales en tu espalda, dibujar estrellas fugaces en tu mirada en sintonía con el todo el tiempo  que pasas a mi lado, mientras espero,  espero  y espero, espero perdida en los besos de tu sonrisa, en las caricias furtivas de mil galaxias, en los manantiales vírgenes de tus labios en todo aquello que me haga olvidar que te espero,  espero  y espero, perdida en tu universo. Ginya Les

DETERMINACIÓN   Ahoga el miedo en la almohada no dejes que sus murmullos te atraigan, que no apaguen el fulgor  que emana en tus ganas. Deshazte de los temores tíralos por la ventana písalos con la voluntad y extermínalos con un ¡Sí puedo! Y hazlo así cada día, cada noche, en cada comida, porque te van a asaltar se querrán enredar de nuevo en tu mente, en tus sueños en tus ganas. No claudiques no pienses en el "¿qué dirán?" No vivas a la sombra  de lo que otros no pudieron lograr. No te dejes sabotear el mañana es tuyo, pero el hoy también; Así que no tires la toalla que entre naranjas y azules nocturnos el día siguiente siempre la luz verás, pues está lucha no acaba ya que la luz de tu fuerza, de tu esfuerzo, de tu determinación, siempre resplandecerá. Gin.